“Ya no me gusta mi trabajo”, “solo lo hago porque en otro lugar me pagarían menos”, “tengo que enviar e-mails para que vean que hoy sí hice algo”, “antes me preocupaba, ahora no me importa que algo salga mal”, “¿servicio al cliente/paciente, quién me atiende a mí?”
Éstas son algunas de las frases o conductas que podemos observar en una persona que sufre síndrome de burnout.
Las personas iniciamos en un nuevo empleo o emprendimiento con mucha ilusión por compartir lo que sabemos, por hacer cosas nuevas, conocer nuevas personas, mejorar los procesos, en fin, poner nuestro talento al servicio. Con los días, semanas, meses, vamos perdiendo ese interés genuino. ¿Es normal? ¿debe ser así?
Las dimensiones que conforman al burnout: despersonalización, cansancio emocional y realización personal nos indican que hay factores que se han sumado para llegar ahí, y si los observamos con atención, podemos detectarlos y cambiarlos.
Cuando nos sentimos con el síndrome del quemado, con los síntomas encima, es difícil ver una opción distinta a renunciar, pues sólo queremos quitarnos los síntomas y creemos que la única forma de hacerlo es cortando de raíz la situación, sin embargo, no hay una garantía de que al renunciar se vayan a quitar los síntomas, e incluso nos podemos sumar un problema más: desempleo.
En muchas ocasiones, hay otras opciones que se pueden implementar, tanto a nivel personal como a nivel organizacional para salir del burnout.
¿CÓMO SE SUPERA?
Para superar el burnout se deben implementar estrategias tanto a nivel individual como a nivel organizacional, y de ser posible a nivel grupal (equipo de trabajo).
A nivel personal hay algunas estrategias que pueden servir para disminuir los síntomas, tales como:
- Delegar tareas
- Hacer pausas durante la jornada
- Determinar horarios de trabajo y después desconectarse
- Practicar un deporte que sea de nuestro agrado
- Ver a nuestros amigos
- Convivir con la familia
- Expresar las emociones y las experiencias vividas
- Disminuir la propia autoexigencia
- Generar un propósito de vida y uno laboral
A nivel grupal o de equipo de trabajo se sugiere:
- Promover la asertividad en las interacciones
- Generar un ambiente de confianza
- Aumentar los espacios informales de convivencia
- Mantener una comunicación abierta y clara
- Ser flexibles dentro de lo posible
- Considerar las etapas de vida de los integrantes del equipo
- Conocer las motivaciones de los integrantes
- Establecer un propósito propio del equipo
La persona y el equipo podrán hacer todas las recomendaciones citadas anteriormente, sin embargo no serán suficientes si la organización no hace un cambio en los procesos y en el estilo de liderazgo, pues éstos son el verdadero origen del problema, y si no se hace algo, más personas terminarán quemadas.
Algunas de las estrategias y herramientas que proponemos a las organizaciones y las acompañamos en su implementación desde un proceso de Consultoría son:
- Revisión de cargas de trabajo por puesto
- Mejora de administración del tiempo
- Promoción de relaciones interpersonales positivas
- Equilibrio vida personal-trabajo
- Liderazgo para equipos de alto rendimiento desde un enfoque de resultados
- Capacitar a sus líderes para que aprendan un managment que les permita confiar, entrenar, delegar según lo que se necesite.
- Implementación de un plan de carrera
- Elaborar y mantener una cultura con un propósito superior organizacional
¿En tu organización son caldo de cultivo para generar personas con síndrome de burnout?
Las organizaciones estamos conformadas como personas, y nos tenemos que tratar como tales, no vale considerarnos máquinas, por lo que reconocernos como personas con necesidades biopsicosociales y promover las dimensiones que nos dan bienestar, nos llevará a tener mejores resultados, y personas más comprometidas
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